viernes, 12 de septiembre de 2014

Extraña publicidad


Buenos días, amigo/a.

La mayoría de las personas se creen libres cuando pueden decir: “hago lo que quiero”, es decir: puedo satisfacer todos mis impulsos, mis instintos, nada ni nadie me lo impide. Esa “libertad” es la del animal salvaje, pero no la del hombre y menos la del hijo de Dios, (Quoist). En realidad la verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo.

Un importante diario de California en cierta ocasión publicó el anuncio de una empresa local de carnicería que ofrecía riquísimos tocinos. Los anunciantes pidieron encarecidamente que esta publicidad se imprimiera con una tinta especial de fuerte olor al producto presentado. No sé sabe cuál fue la impresión que dicha publicidad encontró entre los lectores, lo cierto es que el anuncio causó gran efecto entre los perros del vecindario. Los canes se arrojaban sobre los diarios y los hacían trizas ante los ojos asombrados de los repartidores, casi en el instante en que dejaban los ejemplares en la puerta de los suscriptores.

No hay cosa que tranquilice tanto el corazón como tener dominio de sí mismo. Es más fácil conquistar una provincia que dominar una pasión. El dominio de sí mismo es la mejor preparación para el combate de la vida. Es una lucha difícil; pero si consigues vencerte a ti mismo has logado la victoria más bella, (A. Milagro). P. Natalio.

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