El Señor hizo maravillas
Buenos días, amigo/a.
La naturaleza nos ayuda a entrar en nosotros
mismos. Se trata de sentir y admirar lo que perciben tus sentidos: formas,
colores, perfumes, sonidos… déjate envolver por el viento, el sol, el paisaje;
pisa la arena, moja los pies en el arroyo… Es un camino fácil para recogerse
interiormente, percibir la presencia de Dios y comunicarse con él.
V. Bendito el Señor,
ahora y por siempre.
R. Bendito el Señor,
ahora y por siempre.
V. Sólo él hizo
maravillas.
R. Ahora y por
siempre.
V. Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendito el Señor,
ahora y por siempre.
“Cuántas son tus
obras, Señor. Y todas las hiciste con sabiduría. Obras del Señor, bendigan al
Señor, alábenlo con himnos por los siglos. Tus acciones, Señor son mi alegría,
y mi júbilo las obras de tus manos. Qué magníficas son tus obras, Señor, qué
profundos tus designios. ¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en
toda la tierra!” (Salmos). P. Natalio.
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