miércoles, 6 de agosto de 2014

El silencio es salud


Buenos días, amigo/a.

“Dado el desarrollo actual de la humanidad, el silencio hoy debería ser parte del derecho normal a una calidad de vida decente. Como la escuela, el hospital o el techo propio. Y sin embargo, en la Argentina, el silencio se considera como opresión, tristeza o aburrimiento. Según este concepto, el ruido sería diversión, entretenimiento, alegría.

Un argentino se instaló en Dortmund, Alemania. Después de un día de caminatas, quiso darse una ducha. Eran las diez de la noche. Apenas abrió la canilla, sonó el timbre. Atendió envuelto en su toallón. Era un alemán. Soy el vecino, señor. No puede bañarse a esta hora. La ducha hace ruido. Todos tenemos que dormir, para levantarnos mañana a las cinco. Y si no le hago caso, ¿va a llamar a la policía? Por favor, no quiero llamarla. La policía vendrá y habrá una multa. Dúchese mañana. El argentino cerró la puerta, cerró también la ducha y abrió la oreja. Apreció entonces que, en aquel barrio de clase media reinaba un apacible silencio. Todos convivían en paz y salud.

Sabemos que el ruido altera la digestión, perturba el sistema nervioso, atrofia la audición y genera todo tipo de enfermedades. E! ruido de los recitales de rock resquebraja los edificios en las proximidades de los estadios de River o Ferro. ¿Qué no hará con nuestro pobre aparato neuropsíquico?”, (R. Hanglin).  Que sepas convivir en paz y salud. P. Natalio.

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