El
astrónomo
Buenos
días, amigo/a
Es hermoso que alimentes en el corazón grandes
ideales para movilizar tus ocultas energías. Pero, al mismo tiempo trata de ser
realista cuidando los pequeños esfuerzos que te conducirán al logro de tus
sueños. Te ofrezco una fábula que puede ayudarte a
armonizar tus sueños y aspiraciones, con la a veces dura realidad de cada día.
Tenía un astrónomo la costumbre de pasear todas las
noches estudiando los astros. Un día que vagaba por las afueras de la ciudad,
absorto en la contemplación del cielo, sin darse cuenta cayó en un pozo. Estaba
lamentándose y dando voces, cuando acertó a pasar un hombre que, oyendo sus
lamentos, se le acercó para saber el motivo; enterado de lo sucedido, dijo: —Amigo mío, quieres ver
lo que hay en el cielo y no ves lo que hay en la tierra… Esopo.
Existen dos clases de personas: las que pasan la vida soñando, y las
que dan vida a sus sueños. “Nada cura mejor las heridas que un bello sueño:
¿quién no arriesga la vida por un bello sueño? ¿Qué sería de mí de ti sin un
bello sueño? Pero no olvides que hay una gran distancia entre tus sueños y la
realidad”. También ayuda darse un porrazo, si te has embriagado con sueños… P.
Natalio.
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