Descifrar
señales
Buenos días,
amigo/a.
La
Biblia
es el libro que nos enseña a descubrir a Dios, a percibir su paso entre
nosotros, a descifrar las delicadas señales de su presencia. En especial los
salmos nos comunican la experiencia de hombres que percibieron a Dios en la
naturaleza, en su propia vida y en la historia de Israel. Son himnos
maravillosos que ayudan a vivenciar la cercanía del Señor.
Paseaba un hombre por
el campo cuando, de pronto, susurró: “Dios mío, dime algo”. Y un árbol cantó,
pero el hombre tenía cerrados sus oídos. Entonces dijo en voz alta: “¡Señor,
háblame!”. Y el viento silbó a su alrededor, pero el caminante no cayó en la
cuenta. Miró alrededor y dijo con fuerte voz: “¡Dios, déjame que te vea!”. Y en
ese momento brilló como nunca una estrella en el cielo, pero el hombre no
levantó la vista. Luego, el caminante, ya desesperado, pidió a voces: “¡Tócame,
Dios! ¡Hazme saber que estás aquí!” Y Dios bajó y lo tocó. Pero el hombre
espantó distraídamente la mariposa que revoloteaba a su alrededor y, frustrado,
continuó su camino…
“Tus acciones, Señor, son mi alegría, y mi júbilo las obras de tus
manos. ¡Qué magníficas son tus obras, Señor, qué profundos tus designios!”
(92). “¡Grande eres tú, Señor, y haces maravillas, tú eres el único Dios! (86).
“Recuerdo las proezas del Señor; sí, recuerdo tus antiguos portentos, medito
todas tus obras y considero tus hazañas” (77). Gracias, Señor. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario