Capitaliza tus fracasos
Buenos días, amigo/a.
Las dificultades de
la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. El fracaso hace lucir ante
uno mismo la propia limitación, pero también nos brinda la oportunidad de
superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos. Es así como, en medio de un entorno
en el que no todo nos viene dado, se te va curtiendo el carácter y adquieres fuerza y
autenticidad.
Triunfar es aprender a fracasar. El éxito en la vida
viene de saber afrontar las inevitables faltas de éxito del vivir de cada día.
De esta curiosa contradicción depende en mucho el acierto en el vivir. Cada
frustración, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusión, lleva consigo
el germen de una infinidad de capacidades humanas desconocidas, sobre las que
los espíritus pacientes y decididos han sabido ir edificando lo mejor de sus
vidas.
Triunfadores son
aquéllos que han aprendido a superar esos constantes fracasos que van
surgiendo, se quiera o no, en la vida de todo hombre normal. Los que, por el
contrario, fracasan en la vida son aquellos que con cada pequeño fracaso, en
vez de sacar experiencia, se van hundiendo un poco más. Interioriza esta
excelente reflexión. P. Natalio.
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