¡Todo depende de ti!
Buenos días, amigo/a.
En tu vida, como en la de cualquier persona, hay días decisivos en los
que ves abrirse ante ti un horizonte nuevo donde vislumbras más paz y
felicidad. Es el momento de discernir con sabiduría y hacer una buena opción.
Pide iluminación al Señor para no dejar pasar en vano su gracia, si es él quien
golpea la puerta de tu corazón. Te ofrezco una reflexión movilizadora.
Si yo cambiara mi manera de
actuar ante los demás..., tendría más amigos. Si yo aceptara a todos corno
son...., sufriría menos. Si yo comprendiera que todos cometemos errores...,
sería más humilde. Si yo procurara siempre el bienestar de los otros..., sería
más feliz. Si yo tuviera más en cuenta mis defectos..., sería más comprensivo.
Si yo confiara más en Dios y fuera menos autosuficiente..., aprendería a vivir.
Tú no puedes cambiar el mundo..., ¡pero sí puedes cambiarte a ti mismo!
El buen marino de un
barco de velas, está siempre atento y obra con habilidad cuando percibe que se
levanta una brisa, aunque muy suave. Tú también permanece alerta y cuando surja
en tu interior un impulso a la buena acción, por pequeño que sea, despliega al
punto tus velas y obra decididamente. Como decía san Agustín: “La gracia pasa y
no vuelve”. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario