“No temas, yo te protejo”
Buenos días, amigo/a.
Un tema recurrente en la Biblia es la protección
amorosa de Dios que está contigo, te defiende y asiste porque te ama. Esta idea
se ve expresada con variadas imágenes: Dios es el guardián vigilante del hombre
cuya sombra te libra de los ardores del sol y de los maleficios de la luna (S.
121). Es como un ala protectora, como un pastor solícito, como un alcázar
fortificado, etc,
Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo, mi alcázar, mi libertador
(18). El te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás. Su brazo es
escudo y armadura (91). El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el
Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre (121). El Señor es la
defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? (27). Tú, Señor, has puesto en mi
corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. En paz me acuesto y
enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo (4).
Bendice, alma mía, al Señor y no olvides nunca sus beneficios (103).
“Descarguen en el Señor todas
sus inquietudes, pues él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta
exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios
que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de
cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”, te asegura Dios. P. Natalio.
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