El diamante más bello
Buenos días,
amigo/a.
A veces suceden cosas que te cuestionan
seriamente y te preguntas angustiado, ¿cómo Dios permite esto? Ten la seguridad
que Dios va a sacar de todo mal, sufrimiento o desgracia, un bien mucho más
grande. Como lo sacó de la muerte ignominiosa de Jesús, su Hijo, Cordero de
Dios que quita los pecados del mundo.
Hace muchos años, se
halló en África el diamante más bello y grande del mundo. Se lo regalaron al
rey de Inglaterra, para que brillara en su corona. El rey lo envió a Amsterdam
para que lo tallaran. Allí lo entregaron a un experto en pedrerías. ¿Qué hizo
este artista? Tomó la gema de valor incalculable, le hizo una hendidura, luego
le dio un golpe seguro con su instrumento y la joya tan soberbia, quedó partida
en dos en su mano. ¿Descuido imperdonable? No. Ese golpe maestro lo había
estudiado durante varios días con cuidado uno de los lapidarios más famosos del
mundo. Fue el toque genial del especialista. No te quejes, pues, si el artista
infinito te da o permite algún golpe estratégico para sacarte perfecto.
Las aflicciones de
la vida dan lugar a muy meritorios ejercicios de las virtudes heroicas. Las
pruebas que cayeron sobre Job, lo hicieron perfecto; la ceguera formó y
santificó a Tobías; la calumnia inmortalizó a José; los leones dieron a conocer
la virtud de Daniel. Aprender a sufrir es la
más grande y más útil asignatura de la presente vida. Jesús sea nuestro
modelo. P. Natalio.
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