domingo, 1 de diciembre de 2013

El águila y el cuervo


Buenos días, amigo/a.

Cada persona es un ser único, por naturaleza. “Cuando Dios crea un
persona rompe el molde”, dice el proverbio. Por lo tanto el mejor
consejo que puedo darte es: sé tú mismo. Pero sé lo mejor de ti mismo.
Ten valor de ser diferente y seguir tu propio camino. No hagas vanos
intentos de imitar ciegamente a los demás… como le sucedió a un
cuervo.

Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio
un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero,
pero con tan mal conocimiento del arte de saquear que sus garras se
enredaron en la lana y, ni batiendo al máximo sus alas, logró zafarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, se apoderó del cuervo y, cortando las
puntas de sus alas, lo llevó a sus niños. Le preguntaron sus hijos
acerca de qué clase de ave era aquella, y les dijo: - Para mí, sólo es
un cuervo; pero él, se cree águila. Esopo.

 Para fortalecer esta decisión de ser tú mismo, puedes decirte:
“Proclamaré mi singularidad ante el mundo. No intentaré imitar a
otros. Soy una cosa rara, y existe valor en todo lo raro. Soy un ser
único de la naturaleza”. Esto es honrar al Creador que te dio
cualidades valiosas para una misión destacada. De allí la importancia
de conocerte y valorarte a ti mismo. P. Natalio.

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