Vidas ejemplares
Buenos días, amigo/a.
Hoy celebramos en un solo día a todos los santos del Cielo. Te hago
una propuesta que puede significar mucho para ti: ¿por qué no te
propones leer al menos la vida de un santo por año? Con esta variante:
si no eres aficionado a la lectura, proponte ver al menos en DVD la
película de un santo/a: ellos han imitado a Jesús siguiendo con amor
sus ejemplos de vida.
Son entretenidas, interesantes y, con frecuencia, impresionantes,
porque son historias verdaderas de vidas humanas extraordinarias.
Mueven a la admiración por el testimonio de una vida santa. Animan a
imitar sus ejemplos, presentándolos accesibles también al lector. Nos
revelan la presencia de Dios, de su amor y de su poder en la vida de
hermanos nuestros. Leer la vida de un santo suele ser tanto o más
eficaz que unos buenos ejercicios espirituales. Además, crean una
comunión de sentimientos entre el santo y su admirador, que fortalecen
las buenas decisiones. Te interpelan y te ves urgido a preguntarte
como San Agustín: “Si éste y aquél lo pudieron, ¿por qué yo no lo
podré también?”
Entre los santos hay personas de todas las profesiones, tareas y
situaciones humanas. Hay sabios doctores y mendigos analfabetos, hay
débiles mujeres y valientes soldados, hay reyes y labriegos, hay
personas siempre fieles a Dios y pecadores que, desde sus vicios, se
elevaron a gran santidad. Es enriquecedor y alentador conocer a
Cristo en sus santos. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario