jueves, 28 de noviembre de 2013

Antes de aterrizar

Buenos días, amigo/a


Más o menos con frecuencia surgen en tu vida los imprevistos.
Situaciones inesperadas, que te exigen una reacción rápida. Necesitas
sangre fría y aplomo. Aquí juega mucho la experiencia: haber vivido o
bien escuchado o leído casos semejantes, y tener un esquema de buenos
reflejos. Por eso se ensaya cómo evacuar un edificio en caso de
incendio o movimiento sísmico.

En un avión de pasajeros ocurrió un desperfecto. El capitán anunció a
los pasajeros:
—Señoras y señores, les informo que uno de nuestros motores se detuvo,
tendremos que permanecer 15 minutos más volando para aterrizar. A los
15 minutos el piloto volvió a anunciar:
—Señoras y señores, hemos perdido otro de nuestros motores, tendremos
que permanecer 15 minutos más en el aire para pedir ayuda. La tercera
vez el piloto informó:
—Hemos perdido el tercer motor. Entonces un pasajero muy preocupado exclamó:
—¡Dios mío, si la cosa sigue como va, permaneceremos aquí todo el día!

En la vida moral también pueden ocurrirte situaciones de peligro que
se llaman “tentaciones”. Jesús nos aclara que para vencerlas
necesitamos estar atentos y orar pidiendo fortaleza para no caer en
las seducciones del mal. Está claro también que no debes buscarte las
ocasiones de fallar porque “el que busca el peligro en él perecerá”.
Que Dios te proteja y bendiga. P. Natalio.

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