Puede tardar días… o años
Buenos días, amigo/a.
Para iniciar la jornada con una sonrisa, te ofrezco hoy un cuento
humorístico, que también ofrece ocasión para reflexionar con
sabiduría.
Un señor llama nerviosamente por teléfono preguntando:
—¿Ha llegado el señor intendente?
— No, señor.
—¿Tardará mucho?
— No lo sé. Puede tardar días, meses o años.
— Pero, ¿con quién tengo el gusto de hablar?
— Con el administrador del cementerio...
— Perdón, equivocado.
El número estaba equivocado, pero no la afirmación del administrador
del cementerio. Porque es verdad que el señor intendente, con una
agenda llena de compromisos e importantes actuaciones, podía llegar al
cementerio —no por sus pies, sino llevado a pulso de personas
comedidas—, en término de horas, días, meses o años. Sólo Dios sabe
cuándo termina tú vida, mi vida, la del intendente, en este mundo. ¿Lo
pensamos? Es una reflexión seria, pero saludable, porque te urge y
motiva a llevar una vida justa y recta a los ojos del Señor. Si te
parece, cuenta este chiste a tus amigos. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario