viernes, 31 de mayo de 2013

Regalos de Dios

Buenos días, amigo/a

Cuántas veces ansías quiméricos jardines que se divisan a lo lejos en
el horizonte, mientras no aspiras la fragancia ni admiras la belleza
del rosal plantado al pie de tu ventana. Gran parte de la infelicidad
humana proviene de no valorar todo lo que tenemos e ilusionarnos por
los bienes de los demás, sin pensar que también ellos tienen sus
propias privaciones y sinsabores

Es maravilloso, Señor, tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos
mutilados. Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz. Mi voz canta,
cuando otros enmudecen. Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan. Es
maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen donde ir.
Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren. Es
maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen.
Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.

Enumera tus bendiciones, todo lo positivo y gratificante que descubres
en tu vida cotidiana, y tendrás sentimientos de gratitud y alegría que
te harán feliz. Está siempre vigilante para no dejarte atrapar de la
insatisfacción y descontento que paralizarían tus energías. El desafío
de tu vida es florecer allí donde Dios te ha puesto. Que él te proteja
y bendiga. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario