El santo de la alegría
Buenos días, amigo/a
Defiende y cultiva la alegría. El sentido del humor te ayudará a
encarar las situaciones estresantes de la vida. Ríe, y tus cargas
serán aliviadas. Ríe, y tu vida se alargará. Ríe cuando más lo
necesites. Si eres capaz de reírte de una situación, por más dolorosa
que sea, podrás superarla.
Donde quiera que san Felipe Neri llegaba, se formaba un ambiente de
fiesta y buen humor. Las gentes se reían de buena gana. A algunos muy
serios les parecía que él debería ser un poco más mesurado y solemne.
Por eso a veces se le llamaba “el bufón de Dios”. Tuvo siempre el don
de la alegría. A él se le atribuye la frase: «Tristeza y melancolía,
fuera de la casa mía». Un día, una señora rica se presentó delante de
Felipe Neri calzada con un par de zapatos bastante elevados. Cuando le
preguntó a Felipe tímidamente, temiendo una condena o una crítica, si
podía andar así de engalanada, el santo se limitó a decir: «Cuide de
no caerse». Y en aquel “caerse” la interlocutora entendió todo un
discurso.
Te sugiero un modo más para mantener la alegría que sale de adentro:
“vive dando gracias a Dios”, como exhortaba san Pablo a los
colosenses. Pues, dar gracias a Dios en toda ocasión te hará experto
en descubrir lo bueno y gratificante que sucede en tu entorno. ¿Cómo
no va a vivir sereno y alegre quien transformó la acción de gracias en
una luminosa costumbre? P. Natalio.
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