lunes, 14 de enero de 2013


El cabrero y su cabra


Buenos días, amigo/a

Un proverbio dice: “La mentira tiene las patas cortas”, a saber, que
no puede llegar muy lejos. Quien dice una mentira para evitar una
reprensión, no piensa que tarde o temprano se va encontrar con la dura
realidad que pretendió ignorar o esconder. Más vale afrontar con
valentía la verdad, aunque se deba aceptar una falta y sufrir la
corrección.

Llamaba un cabrero a sus cabras para llevarlas al establo. Una de
ellas, al pasar por un rico pasto se detuvo, y el cabrero le lanzó una
piedra, pero con tan mala suerte que le rompió un cuerno. Entonces el
cabrero le suplicó a la cabra que no se lo contara al patrón, a lo que
la cabra respondió: -- ¡Quisiera yo quedarme callada, mas no podría!
Bien claro está a la vista mi cuerno roto.

“Puedes engañar a todo el mundo por algún tiempo. Puedes engañar a
algunos por todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo por
todo el tiempo”, dijo Abrahán Lincoln. Y el gran orador de Roma,
Cicerón, expresó: “Todas las cosas fingidas caen como flores
marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo”.
Decídete siempre por la verdad. P. Natalio.

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