jueves, 6 de diciembre de 2012

Terrorista depresivo

Buenos días, amigo/a

La paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos
negativos que confunden y agitan de tal modo que turban el corazón y
dañan la salud. Hombres sabios que sondearon su interior con la luz
del Espíritu Santo los han especificado: insatisfacción, ansiedad,
irritación, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda, abatimiento,
impaciencia…

El médico después de haber revisado minuciosamente a un joven alto y
robusto, de piel bronceada y poderosa voz, le dijo: —Usted, joven,
sólo tiene una depresión nerviosa, pero debe cuidarse. ¿Qué profesión
tiene? El vigoroso joven con estentórea voz exclamó: —¡Terrorista! Sin
inmutarse en lo más mínimo, el médico le contestó: —¡Muy bien! Nada de
bombas, por lo menos en tres meses.

Un pensador, que conocía bien la naturaleza humana escribió: “La
espada del resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se
odia, atraviesa a quien guarda rencor”.  Esto es precisamente lo que
le afectaba al joven terrorista. “Nada que un hombre haga lo envilece
más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien”,
(Martin King). El amor es lo primero. P. Natalio.

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