lunes, 26 de noviembre de 2012

Su padre era sastre


Buenos días, amigo/a

 “No hay trabajo que no tenga importancia. Toda tarea que eleve a la
humanidad, es digna e importante, y debería ser asumida con
dedicación, buscando la excelencia. Si alguien está llamado a ser
barrendero, debería barrer las calles como Miguel Angel pintaba, como
Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos”, (Martin
L. King).

El dramaturgo irlandés Bernardo Shaw tenía muchos enemigos en la alta
sociedad inglesa. En una reunión que se realizaba en la corte, uno de
ellos se le acercó y le preguntó con cierta sorna: —¿No era sastre su
padre? El escritor hizo un ademán afirmativo y dijo: —Es cierto. —¿Y
por qué no se ha hecho sastre usted también? Shaw sonrió, y a
continuación planteó a su interlocutor esta pregunta: —¿No era su
padre un caballero? —Sí, lo era en efecto, —replicó el otro.
—Entonces, ¿por qué no lo es usted también?


“Ningúna tarea es despreciable, cualquier ocupación merece que
pongamos todas nuestras fuerzas y nuestra creatividad en ella, como lo
hizo Jesús en Nazaret. Nuestro trabajo puede ser vivido con una gran
profundidad espiritual si lo realizamos a la luz del trabajo de Jesús
en su vida oculta”, (Víctor Fernández). Que estés orgulloso de tu
trabajo. P. Natalio.

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