domingo, 25 de noviembre de 2012

Como incienso…


Buenos días, amigo/a

Hoy te presento una oración en forma de responsorio. Es apropiada para
ambientarte al empezar a orar: ayuda a ponerse en la presencia del
Señor con sentimientos de profunda fe y devoción. Ante todo revisa su
estructura: repetición de la primera frase, engarce de la tercera con
la primera. Y la terminación: “Gloria” y primera frase. Es simple.

V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.

V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.

V. Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.


Hermoso símbolo de tu oración es el incienso, humo aromático que sube
de las resinas esparcidas sobre brasas. De tu corazón ardiente de amor
sube tu oración al Dios Altísimo que hace tanto por ti, porque te ama,
y está dispuesto a escucharte y enviarte el auxilio oportuno. El aroma
de tu oración humilde es agradable al Señor que conoce tu interior. P.
Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario