domingo, 28 de octubre de 2012
Salvado del abismo
Buenos días, amigo/a
Suceden cosas en la vida que te hacen sufrir mucho, pero después de
poco o de mucho tiempo adviertes que fue lo mejor que te pudo pasar.
Como aquel señor que llegó tarde al aeropuerto por un embotellamiento
del tráfico. Estaba todavía lamentándolo con un amigo, cuando se
propaló la noticia de que el avión apenas remontado se precipitó
fatalmente a tierra.
El pintor inglés Thornbill recibió el honroso encargo de pintar el
interior de la cúpula de la catedral de San Pablo. Luego de muchos
meses de arduo trabajo terminó este importante compromiso. Para mirar
bien su obra de arte retrocedió poco a poco sobre el andamio para
apreciarla en su conjunto. Sin darse cuenta estaba llegando al borde
del andamio en lo alto de la cúpula. Medio paso más y hubiera caído
fatalmente. Uno de sus ayudantes de inmediato tomó un pincel y empezó
a pintar una raya horrible a través del cuadro. Indignado el pintor se
lanzó hacia el culpable para arrancarle el pincel. Pero su ira se
convirtió en gratitud cuando éste le dijo: "Te salvé la vida, pues
corriste hacia delante y te alejaste del abismo".
A veces Dios hace lo mismo con nosotros: para salvarnos de desgracias
irreparables dispone algún acontecimiento que nos duele, pero que en
su designio de amor nos hará crecer en madurez, o superar un vicio que
nos esclaviza, o prescindir de una amistad peligrosa, o abrir la mente
a enfoques más generosos y altruistas… Confía en el Señor que te ama.
P. Natalio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario