miércoles, 10 de octubre de 2012

Los perros hambrientos


Buenos días, amigo/a


Hay en ti dos facultades que te ayudan a tomar buenas decisiones. Son

la inteligencia y la voluntad. La inteligencia evalúa las razones a
favor o en contra, y ve claro lo más conveniente. Entonces tu voluntad
se lanza a la acción. A este proceso se lo llama discernimiento. Es un
grave error decidirse arrastrado por una emoción violenta porque
oscurece la razón.

Vieron unos perros hambrientos en el fondo de un arroyo unas pieles
que estaban puestas para limpiarlas; pero como debido al agua que se
interponía no podían alcanzarlas decidieron beberse primero el agua
para así llegar fácilmente a las pieles. Pero sucedió que de tanto
beber y beber,  reventaron antes de llegar a las pieles. La ansiedad
es mala consejera. Esopo.

Cuántas veces, ansioso por liberarte de un problema desagradable y

ofuscado por zafarte cuanto antes, tomas una mala decisión, que al
poco tiempo lamentas. Recupera primero la calma y estudia luego con
objetividad el asunto. Puedes también escuchar el parecer de alguna
persona competente que te aclare aspectos desapercibidos del tema. P.
Natalio.

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