“Hará el tiempo que yo quiero”
Buenos días, amigo/a
Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez
y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe
valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de
tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz
con lo que no se puede cambiar. Hay gente sencilla que tiene esto bien
claro, y lo vive en cada circunstancia.
Un individuo iba paseando por el campo y se encontró con un pastor.
Por empezar una conversación con él, lo saludó y le preguntó: —¿Qué
tiempo crees que tendremos hoy, buen hombre? Y el pastor le contestó:
—El tiempo que yo quiero. El otro, lógicamente, se quedó extrañado de
la respuesta y le dijo: —¿Y cómo estás tan seguro que hará el tiempo
que tú quieres? Entonces el pastor le explicó su teoría: —Mira, cuando
me di cuenta que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí una
cosa que siempre me ha sido muy útil: querer siempre lo que tengo. Por
esto estoy tan seguro que hará el tiempo que yo quiera.
“Una de las actitudes más necesarias en la vida es la capacidad de
aceptación que nace del realismo. Gracias a ella dejamos de
estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y
lo que tenemos” (G. González). Recuérdalo cuando te sucedan esas cosas
desagradables que no tienen solución. Que el Señor te proteja y
bendiga. P. Natalio.
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