domingo, 30 de septiembre de 2012

Un proyecto eterno de Dios


Buenos días, amigo/a


La persona menos dotada de cualidades y dones es una “superdotada” por

el solo hecho de pertenecer a la humanidad. En efecto, nos ha sido
dada la vida con sus fuerzas físicas y espirituales, con sus amplias
posibilidades de relación y actuación. Y nos fue dada la fe y la
esperanza y un gran capital de amor y gracia. Tú eres un proyecto
eterno del amor de Dios.

Señor, quiero recordar que cada ser humano es obra de tus manos de
Padre. A cada uno le diste la vida con inmensa ternura. Ilumina mi
mirada para que reconozca que nadie ha nacido por casualidad.
Cualquier persona es un proyecto eterno de tu amor. Por eso traigo
ante ti a los seres humanos que encontraré hoy y mañana. Quiero
contemplar a tu Hijo que se hizo hombre para rescatarlos, que derramó
su preciosa sangre para salvarlos y por ellos sufrió el abandono de la
cruz. Dame tu luz, Padre, para que pueda reconocer las cosas buenas
que pusiste en ellos, todas las posibilidades bellas que hay en el
interior de esas personas. En todo ser humano brilla algo de tu luz
divina. Dame tu gracia para descubrirlo. Amén. (V. M. Fernández).


Hay una realidad indiscutible, normal y prevista por Dios con un

designio de amor: los talentos han sido distribuidos en forma
desigual. ¿No te parece que es con el fin de hacernos crecer en el
amor y el servicio complementándonos, ayudándonos, integrándonos a la
familia humana? Que pases un día de buenas relaciones con todos. P.
Natalio.

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