martes, 25 de septiembre de 2012

“Lo esencial es invisible”


Buenos días, amigo/a


“Escucha, Israel: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con

toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas
palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de
ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y
al levantarte»” (Dt 6, 4-7). Precepto clave y fundamental que recorre
todas las páginas de la Biblia.

En tu vida, hay cosas que son accidentales y secundarias; y otras que
son esenciales y prioritarias; de las primeras, podrás prescindir en
determinadas circunstancias; de las segundas, nunca podrás olvidarte.
Examina qué es principal para ti y qué es secundario, y vive según tu
respuesta. Pero ten cuidado de no equivocarte en tus apreciaciones; no
sea que al equivocarte en tus juicios, te equivoques en tu vida;
porque hay equivocaciones que no arrastran a mayores consecuencias,
mientras que otras producen verdaderas catástrofes. Hay que poner las
cosas en su lugar en la escala de valores; sería desastroso trastornar
esos valores; piensa que el primer lugar, por ser el primer valor, le
corresponde siempre y únicamente a Dios.


Según las palabras de la Biblia, se trata, de tener un amor tan firme

a Dios que siempre lo tengamos en el primer lugar de nuestro afecto,
preocupaciones, tiempo… Hay un motivo fundamental para eso: Dios nos
ama tanto, se ha jugado tanto por nosotros, que no nos queda sino
organizar toda nuestra vida como respuesta coherente a su inmensa
bondad. P. Natalio.

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