viernes, 17 de agosto de 2012

Contigo, Señor, nada me falta


Buenos días, amigo/a

El P. Víctor Fernández ha escrito el libro “Un estímulo todos los
días”, donde distribuye a lo largo del año propuestas para una vida
mejor y más plena. Hay en él oraciones que son una ayuda excelente
para obtener sanación de miedos y obsesiones diversos. Aquí te ofrezco
una súplica para tener un gran amor a Dios y al prójimo

Señor, si te tengo a ti no me falta nada. Pero a veces te olvido y mi
corazón quiere ser independiente. Me confundo creyendo que tu amor no
es suficiente. Yo quiero otros afectos, y quiero elegir a quiénes amar
y por quiénes dejarme amar. Ignoro o desprecio a los que no me sirven
para sentirme bien. Sana esa independencia enfermiza, Señor, para que
pueda dejarme tomar por tu amor. Así no despreciaré a nadie, porque
los miraré con tus ojos, y cualquier ser humano será un signo de tu
ternura y de tu cercanía. Sana todo temor a la soledad, Dios mío, y
dame una fe profunda para creer que tú eres real, que tu amor es
verdadero, y que puedes saciar y sobrepasar toda mi sed de amor. Amén.


La oración señala aspectos egoístas del amor que necesitan sanación.
Todo ser humano debe llegar a ser para mí un signo de la ternura y
cercanía de Dios. Concluye pidiendo al Señor una fe profunda en el
maravilloso amor que él nos tiene. Que aproveches la fuerza sanadora
de esta oración. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario