domingo, 1 de julio de 2012

Señor, cómo quisiera…


Buenos días, amigo/a

Te invito a gustar un himno y perfumar tu oración de esta mañana con
sus delicados versos que rezuman nostalgia de Dios y deseo de amarlo
más a él y a los hermanos. Es agradable la musicalidad de sus rimas
que evocan arpegios de arpas y cítaras.

Señor, cómo quisiera en cada aurora aprisionar el día,
y ser tu primavera en gracia y alegría, y crecer en tu amor más todavía.

Ya despierta la vida con su canción de ruidos inhumanos;

y tu amor me convida a levantar mis manos y a acariciarte en todos mis
hermanos.

Hoy elevo mi canto con toda la ternura de mi boca,

al que es tres veces santo, a ti que eres mi Roca en quien mi vida
toda desemboca.


Cuantas más veces releas en actitud de oración esta y semejantes
composiciones poéticas, más descubrirás la riqueza de su denso
contenido y el fervor de su emoción religiosa. Es una buena ayuda para
tu encuentro personal con el Señor. Pienso que podrá serte útil. P.
Natalio.

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