martes, 10 de julio de 2012

Intercede por las personas


Buenos días, amigo/a.

La oración hecha con fe y amor llega al corazón de Dios. La beata
María Romero de Nicaragua una vez se empeñó en conseguir una gracia
muy importante y no fácil, practicando una devoción especial. He aquí
la narración.

Hay una devoción que consiste en rezar mil avemarías en la Asunción o
Inmaculada Concepción de María, para obtener gracias imposibles. Beata
María Romero estaba muy apenada porque su padre no comulgaba desde
hacía más de un año. Ese 8 de diciembre se propuso arrancar a la
Virgen María la gracia de su conversión. Ella era la animadora musical
del Colegio. Ese día hubo dos misas solemnes a la mañana, a la tarde
una celebración con cantos y la bendición con el Santísimo. Luego una
función de gala en el teatro con varios números musicales. No se sabe
cómo, pero Sor María Romero encontró tiempo para las mil avemarías.
Cuando de noche salía del teatro con partituras bajo el brazo, el
capellán al cruzarse con ella en el pórtico le dijo: “¿Adivina quién
comulgó esta mañana? Tu padre”. La Virgen Inmaculada se había
adelantado en concederle la tan ansiada gracia.


Tú también puedes interceder por las personas queridas para que el
Señor, con su gracia, las acerque a él. Es éste un acto de exquisita
caridad porque mira directamente a la salvación eterna, el bien más
grande para el hombre. Por otra parte, “quien salva un alma, asegura
la salvación de la suya”. Te deseo de corazón un día de mucha paz. P.
Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario