sábado, 9 de junio de 2012


Si tú me dices ven…



Buenos días, amigo/a.

La Biblia puede llamarse, entre otros subtítulos, como “El libro de
los llamados”. La verdad es que Dios llama e invita al hombre para
confiarle “misiones” importantes en orden a la salvación de los demás
hombres, y de paso, para la salvación del hombre convocado. Dios llamó
a los profetas, a los apóstoles, a personas de todas las condiciones
sociales. El poeta Amado Nervo, en una hermosa poesía, expresa esta
vivencia.

Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo...
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo


que tu voz, como toque de llamada,

vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.


Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.

Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;

mas he de compensarte mi retardo,

difundiéndome, ¡oh Cristo!, como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar.


Hay llamadas de Dios que exigen un cambio fundamental en la vida, pero
otras más sutiles sólo significan una nueva orientación dentro de tus
habituales ocupaciones. Lo importante es vivir siempre alerta al
Espíritu de Dios que nos hace llegar inspiraciones para vivir una vida
más plena y satisfactoria. Te auguro un día en paz. P. Natalio.

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