jueves, 17 de mayo de 2012


Oración breve y poderosa



Buenos días, amigo/a.

Es acertado buscar entre tantas cosas lo que es esencial: aquello sin
lo que no puedes vivir. Esto es verdad también en la oración.
Selecciona algunas oraciones breves y poderosas para entrar enseguida
en contacto con Dios, porque expresan lo que en verdad sientes. En la
anécdota de hoy verás una oración poderosa.

Una llamada urgente de un hospital interrumpió mi desayuno. Uno de mis
fieles estaba agonizando. En pocos minutos estaba ya al lado de su
lecho de muerte. Tomé sus manos frías y sudorosas y me incliné a
decirle al oído: “Juan, el Padre Alberto, tu párroco. Vine para rezar
por ti y contigo". Con dificultad abrió los ojos y apenas pudo
balbucir: "Hola, Padre!". El tiempo urgía y le dije "Reza conmigo,
Juan". No había tiempo para ninguna oración larga, ni siquiera un acto
de contrición. Tenía que encontrar una oración breve, poderosa, que
Juan  pronunciara antes de morir. Movido interiormente exclamé: "Jesús
mío, te amo". Juan, con un último esfuerzo, repitió palabra por
palabra: "Je-sús mí-o, te a-mo". Con esta palabra "amo" cerró sus
labios Juan había guardado su último aliento para hacer este hermoso
acto  de amor.


He ahí algo esencial e importante: amar a Jesús, el Hijo de Dios, que
es un solo Dios con el Padre y el Espíritu Santo. El amor es esencial
en nuestra relación con Dios. Es el primer mandamiento. Quien ama a
Dios, lo escucha, quiere serle fiel y servirlo de todo corazón, lo
complace en todo. ¿Nos encontramos de nuevo mañana? Gracias.  P.
Natalio.

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