Corazón traspasado
Buenos días, amigo/a.
Sin camino no se anda, sin verdad no se conoce, sin vida no se vive.
Si andas perdido, sin encontrar el rumbo, si sientes que en lugar de
vivir “arrastras la vida” o lo que sería peor si te sientes “como
muerto en vida”, ahora puedes acercarte a Cristo, el Señor, que es
Camino, Verdad y Vida, ayudado por una comunidad de creyentes.
Amado Corazón de Jesús, ¿por qué te dejaste atravesar por la lanza,
sino para mostrarme la abundancia de tu amor y para ser la morada de
mi alma? ¿Cuándo será el momento en que pueda entrar en ti, y
proclamar solemnemente “éste es mi descanso eterno; aquí viviré porque
yo mismo me elegí esta morada?” Jesús mío, introduce cuanto antes a
esta alma mía en la herida de tu abierto costado, en lo íntimo de tu
amable y amado Corazón, para que se purifique, para que se embellezca
e inflame toda en caridad; de modo que, desprendida de los halagos
terrenos, sólo piense amarte a ti, mi Dios crucificado. Amén. (San
Buenaventura)
“Jesús, mi salvador, si me abrasa la fiebre, tú eres la fuente que
refresca; si me oprimen las culpas, tú rompes mis cadenas; si necesito
ayuda, tú eres mi fuerza y mi poder; si tengo miedo a la muerte, tú
eres la vida; si deseo el cielo, tú me señalas el camino; si huyo de
las tinieblas, tú eres mi luz; y si me falta alimento, tú eres el Pan
vivo”. P. Natalio.
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