Disfruta de tu hogar
Buenos días, amigo/a.
La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la
casa de Nazareth: Jesús está en el centro, se comparten con él
alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos,
se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración
alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.
Siéntete cómodo en tu casa. Haz que sea y parezca simple. No la
recargues de adornos innecesarios. Evita que el televisor haga las
veces de «hogar» o chimenea, desplazándolo a un lugar menos visible o
poniéndole puertas. Aprende a decorar y reparar las cosas con tus
manos. Redescubre el rito de las comidas en familia y sin televisión.
No seas esclavo del teléfono y/o celular. Invita a tus amigos a tu
casa y hazles sentirse bienvenidos. ¿Por qué no les preparas tú mismo
la comida? (Juan Yzuel).
La primera mujer, Eva, salió de la costilla del hombre... no de los
pies, para ser pisoteada. No de la cabeza, para ser superior... sino
del lado, para ser igual. Debajo del brazo, para ser protegida y al
lado del corazón, para ser amada. Que este símbolo ayude a los esposos
a cultivar cada día una mejor convivencia, hecha de respeto y
tolerancia mutua. P. Natalio.
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