martes, 10 de enero de 2012


Entrada triunfal en Roma


Buenos días, amigo/a.

La Biblia exhorta a buscar no tanto la aprobación de los hombres sino
la de Dios, que conoce y sondea cada corazón. Jesús reprochaba a los
fariseos que ponían todo su cuidado en cumplir pequeñas normas
externas, pero ocultaban detrás de esa fachada graves desórdenes
morales. No seas esclavo del parecer y de las alabanzas de los
hombres.

Los romanos celebraban el regreso de un general vencedor con una
entrada triunfal. Iba en un carro tirado por cuatro caballos blancos.
Lo precedían una muestra del botín tomado a los enemigos, y jefes y
gente encadenada para ser ejecutados o vendidos como esclavos. Seguían
los magistrados vestidos de gala y un conjunto de músicos con
trompetas, cítaras y flautas. Detrás del carro del vencedor marchaba
un grupo selecto de sus tropas. Pero junto al general ovacionado por
todo el pueblo, había siempre un esclavo que le iba susurrando al
oído: “¡Recuerda que eres un simple mortal!”. Sabia costumbre para
moderar el orgullo de esa hora de gloria.

“Camina en mi presencia, y sé perfecto”, dijo Dios a Abrahán. Consigna
de oro para cultivar tu verdad interior, vigilando aun intenciones y
deseos. .Kempis comentó así el pensamiento de Jesús: “No eres más
porque te alaben, ni menos porque te critiquen. Lo que eres delante de
Dios eso eres y nada más”. Aquí está la clave de la autenticidad del
creyente. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario