La liebre y la zorra
Buenos días, amigo/a.
La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad
de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es
mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se
es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con
adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros.
Dijo un día una liebre a una zorra: --¿Podrías decirme si realmente es
cierto que tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la "ganadora"?
--Si quieres saberlo --contestó la zorra--, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a la casa de doña zorra
vio que no había más comida que la misma liebre. Entonces dijo la
liebre: --¡Al fin comprendo para mi desgracia de donde viene tu
nombre: no es de tus trabajos, sino de tus engaños!
Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su
conducta honesta. A veces la falta de rectitud se quiere justificar
diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir
adelante. Es necesario vivir según los principios, aunque esto suponga
ir “contra corriente”. Es la única manera de levantar el nivel moral
de nuestra sociedad. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario