miércoles, 31 de agosto de 2011


Compromiso de servicio


Buenos días, amigo/a.

El cristiano, en todo momento y en cualquier circunstancia de la vida
está en condiciones de amar e imitar a Cristo, el incondicional
servidor del Padre y de los hombres. El modelo humano que nos
transmite Jesús, y que él realizó plenamente, es el de servidor. “El
Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir”. Pide
la gracia de servir.


Virgen María, madre de Jesús y madre mía, yo te entrego todo cuanto
soy y cuanto tengo, para que me ayudes a convertir mi vida en servicio
generoso a los demás. Tú que viste a Jesús prepararse a su misión y
donar sus energías para el bien de los hombres, dame los sentimientos
de su corazón, la claridad de su inteligencia y la fuerza de su
voluntad, para entregarme totalmente al servicio de mi prójimo. Que
nada humano me deje indiferente. Que cumpla con esmero mi compromiso
sobre la tierra, y con mi ejemplo y palabra ayude a conocer y amar a
aquél que da aliento a la vida, como dio aliento a la tuya, Cristo tu
hijo. Así sea.

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda
con generosidad a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como
por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización.
Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy necesitan de tu palabra, de tu
sonrisa o simplemente de tu compañía. ¡Procede ahora mismo, ya! P.
Natalio.

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