Cuando falta amor
Buenos días, amigo/a.
La comunicación te abre a las riquezas de las personas, mientras dejas
que también ellos se crezcan con tus propios dones. Sin la
comunicación, que es abrirse a los demás y aceptarnos mutuamente, no
puede haber verdadero amor. Encerrarse en uno mismo es muerte, en
cambio abrirse como hermano es vida, libertad y madurez.
Un niño que sufría por las riñas y conflictos diarios de sus padres,
preguntó un día a su papá cómo comenzaban las guerras. El papá,
pacientemente, se sentó y empezó a explicarle: —Imaginemos que México
se enoja con Guatemala... La mamá, que oía la charla, le interrumpió
bruscamente: —Pero México y Guatemala no están enojados. El papá: —Lo
sé, pero es un caso hipotético. La mamá: —Pero así confundes al niño.
El papá: —¡No, mujer, no! La mamá: —¡Sí hombre, sí, no me contradigas!
El niño: —Papá. ¡Ya entendí cómo comienza una guerra!
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia,
la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier
situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser
comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas. Que
sepas dialogar siempre con respeto y humildad. P. Natalio.
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