Señal inconfundible
Buenos días, amigo/a.
Sufrir tentaciones es una situación normal del hombre. Surgen de
nuestra naturaleza inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o
de ese mundo que vive al margen de la ley divina. La tentación es una
incitación a pecar. También los santos pasaron por tentaciones. Pero
lucharon y triunfaron.
Se cuenta que san Martín de Tours estaba orando en la celda de su
monasterio, cuando alguien tocó a la puerta. Martín abrió y entró un
majestuoso personaje, lleno de luz y de amabilidad. Martín lo miró
unos momentos y reanudó su oración. El personaje se extrañó y le
preguntó: —Martín ¿cómo es posible que no te pongas contento, y no me
atiendas? Yo soy el Señor Jesús. Martín le contestó: Si eres el Señor
Jesús, muéstrame las heridas en tus manos y en tus pies.
Inmediatamente el personaje desapareció. Era una tentación de Satanás.
Jesús nos aclara que para vencer las tentaciones necesitamos estar
atentos y orar pidiendo fortaleza para no caer en las seducciones del
mal. Está claro también que no debes buscarte las ocasiones de fallar
porque “el que busca el peligro en él perecerá”. Que Dios te proteja y
bendiga. P. Natalio.
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