domingo, 24 de abril de 2011

El gorrión y el águila


Buenos días, amigo/a.

“La política es el uso del poder legítimo para lograr el bien común de
la sociedad, a saber, aquellas condiciones de la vida social con las
que todos, familias y asociaciones puedan alcanzar su perfección
propia. Por tanto, debe realizarse con espíritu de servicio. El
cristiano que actúa en política ha de trabajar con desinterés,
buscando el bien de todos”.

El gorrión, con imprudencia juvenil, criticaba en voz alta, ante
muchos pájaros, el gobierno del águila. Decía que los impuestos eran
excesivos; que las elecciones, falseadas, subían al congreso puros
politiqueros ignorantes; que el mérito no era recompensado. Y ya iba a
criticar otras cosas, cuando el águila que, sin ser notada se había
aproximado al grupo, le preguntó de qué gobierno estaba haciendo la
historia. El gorrión no se inmutó: --Del gobierno del abuelo de su
Majestad –contestó, saludando al águila cortésmente. Y el monarca
quedó satisfecho, recapacitando que, efectivamente, todo aquello,
desde entonces, había mejorado. (Daireaux).

“Para renovar los partidos políticos no basta un cambio de dirigentes.
Urge crear una nueva mentalidad política, mediante el diálogo entre
los diversos sectores de la ciudadanía para acordar grandes políticas
en vista del bien común, acabando con la partidocracia (egoísmo
partidario), y dando lugar a una sana ciudadanía y a la equidad
social”. Piénsalo. P. Natalio.

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