jueves, 27 de enero de 2011

Soy todo tuyo


Buenos días, amigo/a.

Don Bosco decía a sus jóvenes: “María nos asegura que, si somos
devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto,
nos colmará de bendiciones en este mundo para obtenernos después el
Paraíso”. Aquí te ofrezco una oración apropiada para alimentar una
devoción profunda a la Madre de la divina gracia, causa de nuestra
alegría. P. Natalio.

Oh Señora mía, oh Madre mía,
yo me ofrezco todo a ti;
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua,
mi corazón, en una palabra,
todo mi ser. Ya que soy todo tuyo,
oh Madre de bondad, guárdame,
defiéndeme, utilízame como
instrumento y posesión tuya. Amén.

Hay signos de que María, nuestra Madre celestial, se pone a nuestro
lado de una manera especial en estos tiempos difíciles para la fe. Nos
conmueve comprobar que esta buena Madre está preocupada por muchos
hijos atrapados en las tinieblas del mundo, porque no le dan a Dios un
lugarcito en su vida y en su tiempo. (Mensajes de Medjugorje) P.
Natalio.

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