viernes, 7 de enero de 2011

Recuperar la alegría


Buenos días, amigo/a.

Ser optimista es cultivar una visión serena de la vida que nos lleve a
descubrir todo lo que hay de bueno, alegre y gratificante en medio de
espinas y carencias. No pierdas el sentido de la proporción y más bien
destaca todo lo positivo, porque son muchos los obstinados en sacar a
luz todo lo negativo y enojoso de nuestras humanas experiencias.

Sana, Señor, las raíces de mis tristezas ocultas, llega hasta el fondo
de mis males, para que pueda recuperar el verdadero gozo. Eso espero
de tu amor, mi Señor poderoso. No dejes que me entregue en los brazos
enfermos de la melancolía, no permitas que me envenene interiormente
con las quejas o el desaliento. Todo eso es inútil. No quisiera gastar
mis energías y mi tiempo en esos sentimientos dañinos. Mejor tómame
con tu luz. Dame una mirada positiva, optimista, esperanzada.
Convénceme, con un toque de tu Espíritu, de que la entrega generosa a
tu Reino es el mejor camino. Amén. (P. Fernández).

San Francisco de Sales, que tenía alma de poeta, aconseja: “En las
tribulaciones, que tu alma sea como un ruiseñor, que canta en medio
de una mata de espinas”. Amigo/a, trata de no lamentarte de que las
rosas tengan espinas, por el contrario, alégrate de que las espinas
estén coronadas de rosas. Con este enfoque, todos los días serán
positivos para ti. P. Natalio.

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