lunes, 18 de octubre de 2010


Ante la naturaleza

Buenos días, amigo/a.

La naturaleza es una buena escalera para llegar hasta el Señor del universo. Los fines de semana invitan a un contacto más inmediato con el mar, la montaña, los dilatados horizontes, o los bosques…La contemplación de la naturaleza es sedante, tonifica el espíritu, te hace encontrar con lo mejor de ti mismo. Una oración para que sintonices con la naturaleza.

Padre, tú has creado este universo para que me ayude a conocerte mejor y a amarte mejor. Cada rayo de luz, cada flor, cada nuevo paisaje a la vuelta del camino es un mensajero oportuno que me invita, por senderos fáciles, a subir hasta ti. El rocío de la noche y el gallo que canta por la mañana, el viento que murmura al pasar y el pan sobre la mesa, todo me habla de tu bondad. Pero me falta la atención del corazón para encontrarte en todas las cosas. Consérvame un alma vibrante, entusiasta, un alma joven, que no se canse de leer el poema de la Naturaleza. Ayúdame a encontrar bajo los colores y los sonidos tu pensamiento divino, como el lector encuentra, bajo las letras del libro, el pensamiento del autor. ¡Que la Naturaleza sea para mí un templo grandioso, donde cada detalle me revele tu gloria, tu poder y tu bondad!

Pide al Espíritu de Dios, que según el Génesis “aleteaba sobre las aguas primordiales” de la creación, te conceda la atención del corazón, para hacer de las bellezas naturales peldaños de una escalera que te lleva al Creador. “Nunca se cansen de mirar tus ojos, el perpetuo milagro de la vida”. Hasta mañana. P. Natalio.

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