martes, 3 de agosto de 2010


Puede tardar días… o años


Buenos días, amigo/a.

Para iniciar la jornada con una sonrisa, te ofrezco hoy un cuento humorístico, que también ofrece ocasión para reflexionar con sabiduría.

Un señor llama nerviosamente por teléfono preguntando:
—¿Ha llegado el señor intendente?
— No, señor.
—¿Tardará mucho?
—No lo sé. Puede tardar días, meses o años.
— Pero, ¿con quién tengo el gusto de hablar?
— Con el administrador del cementerio...
— Perdón, equivocado.

El número estaba equivocado, pero no la afirmación del administrador del cementerio. Porque es verdad que el señor intendente, con una agenda llena de compromisos e importantes actuaciones, podía llegar al cementerio —no por sus pies, sino llevado a pulso de personas comedidas—, en término de horas, días, meses o años. Sólo Dios sabe cuándo termina tú vida, mi vida, la del intendente, en este mundo. ¿Lo pensamos? Es una reflexión seria, pero saludable, porque te urge y motiva a llevar una vida justa y recta a los ojos del Señor. Si te parece, cuenta este chiste a tus amigos. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario