Una pintura de
Rafael
Buenos
días, amigo/a
Hay un refrán que dice: “La palabras mueven,
los ejemplos arrastran”. Estos dichos populares son expresión de esa sabiduría
que tiene el aval de la experiencia cotidiana. Son irrefutables. Y es la pura
verdad que más que las palabras lo que mueve y conmueve a grandes y pequeños
son los ejemplos que vemos. Y tanto para el mal como para el bien.
Un joven artista intentaba
copiar a la perfección una de las más hermosas pinturas del mundo, hecha por
Rafael. Había viajado a Florencia a estudiarla, y luego se dedicó a reproducir
esta obra maestra. Al terminar, el artista admitió que había realizado un cuadro
hermoso, pero que no podía compararse con la excelencia del original. “¡Ah, si
pudiera posesionarme del espíritu de Rafael!”, exclamó el joven, “solo entonces
podría pintar como el gran maestro.”
Cristo Jesús, con sus palabras y, sobre todo
con su ejemplo nos anima a superarnos y avanzar de virtud en virtud a la
perfección de la vida cristiana. Pero Jesús se dejó mover y arrastrar por el
Divino Espíritu. Ora con frecuencia pidiendo al Señor que te llene de los dones
del Espíritu Santo, para asemejarte cada vez a la belleza y santidad de Jesús,
el divino modelo. P. Natalio.
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