viernes, 6 de marzo de 2015


Antes de aterrizar


Buenos días, amigo/a


Más o menos con frecuencia surgen en tu vida los imprevistos. Situaciones inesperadas, que te exigen una reacción rápida. Necesitas sangre fría y aplomo. Aquí juega mucho la experiencia: haber vivido o bien escuchado o leído casos semejantes, y tener un esquema de buenos reflejos. Por eso se ensaya cómo evacuar un edificio en caso de incendio o movimiento sísmico.

En un avión de pasajeros ocurrió un desperfecto. El capitán anunció a los pasajeros:
Señoras y señores, les informo que uno de nuestros motores se detuvo, tendremos que permanecer 15 minutos más volando para aterrizar. A los 15 minutos el piloto volvió a anunciar:
Señoras y señores, hemos perdido otro de nuestros motores, tendremos que permanecer 15 minutos más en el aire para pedir ayuda. La tercera vez el piloto informó:
Hemos perdido el tercer motor. Entonces un pasajero muy preocupado exclamó:
¡Dios mío, si la cosa sigue como va, permaneceremos aquí todo el día!

En la vida moral también pueden ocurrirte situaciones de peligro que se llaman “tentaciones”. Jesús nos aclara que para vencerlas necesitamos estar atentos y orar pidiendo fortaleza para no caer en las seducciones del mal. Está claro también que no debes buscarte las ocasiones de fallar porque “el que busca el peligro en él perecerá”. Que Dios te proteja y bendiga. P. Natalio.

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