Aves
rapaces y mosquitos
Buenos días,
amigo/a.
Para tener una
buena convivencia con los demás, trata de ser comprensivo, poniéndote en su
lugar. Al dialogar con ellos destaca siempre lo que los une. Acepta al vecino,
a los del equipo de trabajo tales como son y expresa con sinceridad lo bueno
que hacen. Cuando existe comprensión es más fácil disculpar, ser amable y vivir
con plenitud la tolerancia mutua.
Entre el águila y el
buitre hubo una cuestión muy grave y durante mucho tiempo se oyó el ruido de cacareos y graznidos agresivos.
Los corvos picos y las garras feroces se afilaban en los peñascos. Se venía una
terrible guerra. Pero, al fin, todo se arregló y la cordillera, repartida con
justicia, quedó en paz. Poco después el mosquito y la mosca, para no ser menos
que las aves de rapiña, empezaron a disputarse la posesión de las orillas de un
pantano. Hubo mucho ruido, —así lo aseguraban ellos, pues nadie alcanzó a
oírlo—; y cuando hicieron la paz, nadie sabía que hubieran estado por pelear.
Godofredo Daireaux.
Juan Pablo II animaba a los creyentes de todas las religiones, junto
con los hombres de buena voluntad a que, abandonando cualquier forma de
intolerancia y discriminación, se propusieran
construir la paz. Bueno, hoy puedes practicar una idea genial y fácil de
Madre Teresa de Calcuta: “La paz comienza con una sonrisa”. P. Natalio.
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