sábado, 20 de diciembre de 2014


Aves rapaces y mosquitos


Buenos días, amigo/a.

Para tener una buena convivencia con los demás, trata de ser comprensivo, poniéndote en su lugar. Al dialogar con ellos destaca siempre lo que los une. Acepta al vecino, a los del equipo de trabajo tales como son y expresa con sinceridad lo bueno que hacen. Cuando existe comprensión es más fácil disculpar, ser amable y vivir con plenitud la tolerancia mutua.

Entre el águila y el buitre hubo una cuestión muy grave y durante mucho tiempo se oyó  el ruido de cacareos y graznidos agresivos. Los corvos picos y las garras feroces se afilaban en los peñascos. Se venía una terrible guerra. Pero, al fin, todo se arregló y la cordillera, repartida con justicia, quedó en paz. Poco después el mosquito y la mosca, para no ser menos que las aves de rapiña, empezaron a disputarse la posesión de las orillas de un pantano. Hubo mucho ruido, —así lo aseguraban ellos, pues nadie alcanzó a oírlo—; y cuando hicieron la paz, nadie sabía que hubieran estado por pelear. Godofredo Daireaux.

Juan Pablo II animaba a los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad a que, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, se propusieran  construir la paz. Bueno, hoy puedes practicar una idea genial y fácil de Madre Teresa de Calcuta: “La paz comienza con una sonrisa”. P. Natalio.

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