Urbanidad
y cortesía
Buenos días,
amigo/a.
“Urbanidad y buenos
modales abren puertas principales”, dice un refrán español. La convivencia
humana se hace más fácil y agradable si, además de la sinceridad y sencillez
del trato, procuramos no molestar con modales o expresiones que hieren la
sensibilidad de los demás. Un talante afable, sereno, respetuoso es bien
recibido por todos.
Jaimito llegó a la
escuela tan sucio como el día anterior se había ido a su casa.
La maestra se indigna:
—Decime, ¿no se lavan
ustedes en casa?
—No hace falta. Nos reconocemos por la voz.
Los santos han visto en la cortesía como el perfume y la crema de la
caridad. La presentan como un efecto del verdadero amor por los demás. Resulta
a veces que ciertas expresiones ordinarias, ciertos modos descomedidos, ofenden
tanto como injurias. Que el respeto al prójimo sea tu norma. P. Natalio.
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