El cabrito y el lobo
Buenos días, amigo/a.
La concentración en tus propósitos es fundamental para
llegar a las metas que deseas. En la medida en que dispersas tu atención, se
retardan o se pierden los objetivos anhelados. La concentración es una
disciplina de la mente y voluntad para hacer efectivos los deseos profundos del
corazón. Una curiosa fábula ilustra bien este principio de la conducta
humana.
Un cabrito cansado
se quedó atrás del rebaño y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se
volvió hacia éste y le dijo: —Ya sé, señor lobo, que estoy condenado a ser tu almuerzo. Pero para no
morir sin honor, toca la flauta y yo bailaré por última vez. Y así lo hicieron,
pero los perros, que no estaban lejos, oyeron el sonido de la flauta y
enseguida corrieron a perseguir al lobo. Viendo frustrada su comida, se dijo el
lobo: —Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo yo cazador, no
debí meterme a flautista. Esopo.
San Pablo les recordaba a los corintios que ”los atletas
se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita;
nosotros, en cambio, por una corona incorruptible”. Entre todos los objetivos
que tenemos hay uno importantísimo: alcanzar la corona de gloria en la vida
eterna con Cristo. Que tengas la disciplina necesaria para no olvidarlo. P.
Natalio.
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