¡Bendito sea Dios!
Buenos días, amigo/a.
La adoración y alabanza surgen del conocimiento
de quién es Dios. La Biblia
dice que es eterno e inmutable, santo y perfectísimo, fiel y
misericordioso, omnisciente y sapientísimo, grande y poderoso, cercano y
presente, infinito e insondable, autor de maravillas, omnipresente e inmenso.
Hay personas que viven alabando y agradeciendo a Dios por todo.
Cada mañana una mujer salía a la puerta de su casa y gritaba: —¡Bendito
sea Dios! Y el ateo que tenía como vecino respondía: —¡Dios no existe! Un día
la mujer suplica: Señor:
¡Tengo hambre! Por favor, dame
comida. A la mañana siguiente encuentra una enorme caja, llena de alimentos,
junto a su puerta. —¡Bendito sea Dios!, exclama. —¡Le he dicho diez mil veces
que Dios no existe! –grita el vecino mientras aparece detrás de un arbusto –.
Yo compré todos esos productos. —¡Bendito sea Dios! –dice la mujer–. No sólo me
regaló comida, sino que hizo que el mismo Satanás la pagara.
La lectura meditada de la Biblia te hará sentir la
cercanía del Señor. Te parecerá escucharlo y decirte con dulce voz: “Yo estoy
contigo. Aquí a tu lado me tienes. Ni por un momento te desamparo. Déjame el
cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor”. Que vivas poniendo toda tu confianza en el
Señor, seguridad y felicidad del creyente. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario