La cosecha es abundante
Buenos días,
amigo/a.
Hay llamadas de Dios que exigen un cambio fundamental en
la vida, pero otras más sutiles sólo significan una nueva orientación dentro de
tus habituales ocupaciones. Lo importante es vivir siempre alerta al Espíritu
de Dios que nos hace llegar inspiraciones y mociones para vivir una vida más
plena y satisfactoria, más generosa y entregada.
Oh Dios y Padre de
Jesucristo, elevando nuestras miradas vemos en el mundo entero grandes
multitudes de personas, como campos inmensos de trigo ya maduro para la
cosecha, pero faltan los obreros. Siendo Tú el agricultor y el dueño de la
cosecha, te pedimos con confianza: “¡mándanos obreros! Despierta en tu Iglesia
siempre nuevas vocaciones: vocaciones sacerdotales, vocaciones religiosas,
vocaciones misioneras y vocaciones de laicos muy comprometidos”. Amén.
En tu vida, como en la de cualquier hombre, hay
días decisivos en los que ves abrirse ante ti un horizonte nuevo donde
vislumbras más paz y felicidad. Es el momento de discernir con sabiduría y
hacer una buena opción. Pide iluminación al Señor para no dejar pasar en vano
su gracia, si es él quien golpea la puerta de tu corazón. P. Natalio.
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