Oración simple
Buenos días, amigo/a.
Te ofrezco hoy una
conocida oración de san Francisco de Asís. Es una oración que derrama luz en
nuestra mente y enciende con el fuego del Espíritu Santo el corazón.
Pronúnciala lentamente para que las palabras impriman en tu alma los delicados
sentimientos que expresan y puedas así orientarte luego, con su fuerza, a lo
largo de toda la jornada
Señor, haz de mí un instrumento
de tu paz; donde haya odio ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo
unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde
haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Maestro, que no busque tanto ser consolado como consolar, ser
comprendido como comprender, ser amado como amar. Porque dando se recibe;
olvidando se encuentra; perdonando se alcanza el perdón; muriendo se resucita a
la vida eterna. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario