Elegir
bien
Buenos días,
amigo/a.
Con el salmo 119 suplica a Dios: “Inclina, Señor, mi corazón a tus
preceptos; dame vida con tu palabra”. Es una realidad que muchas veces nos
rebelamos contra la voluntad de Dios. Sabemos que está escrito en su ley:
“Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y con todas tus fuerzas”. Pero es
necesario pedirle nos ayude a elegir correctamente.
Un día el Abba Macario
estaba de viaje con sus monjes y oyó a una joven que le decía a su madre: —Hay
un muchacho muy guapo, bueno y rico que me quiere, pero yo lo odio; y hay otro
muchacho que es un canalla y me odia, pero yo lo quiero.
Macario se sorprendió
mucho por tales palabras. Los monjes le preguntaron: — ¿Por qué te sorprendiste
tanto, Abba? Macario les explicó: —Es porque los cristianos cometemos igual
barbaridad: Dios es hermoso, bueno y rico, y nosotros no queremos a Dios; el
demonio es nuestro miserable enemigo, y, sin embargo, lo queremos con insensata
locura.
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